Leña 101: lo que necesita saber
Si eres fanático de la comodidad de las chimeneas antiguas, la leña puede ser una parte importante de tu expnuestro sitioncia de calefacción en el hogar.
Sin embargo, la selección de la leña no es tan sencilla como parece y se debe tener cuidado al seleccionar y manipular la madera que se quema en el hogar. La calidad y la seguridad de la expnuestro sitioncia junto al fuego dependen no solo del tipo de madera que se utilice, sino también de cómo se utilice, de su origen y de cómo se almacene.
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No toda la leña es igual
La leña no es una solución única para todos: diferentes especies de madera tienen características diversas que afectan su idoneidad como combustible.
En general, para una calefacción sostenida, las maderas duras son una mejor opción. Entre las maderas duras se encuentran especies como el roble, el arce y el abedul, árboles que tienen hojas y ciclos de crecimiento prolongados. Su madera es densa y fuerte y arde con mayor calor y menos humo que las maderas blandas.
Las maderas blandas incluyen especies de hoja perenne como el pino, la pícea y el abeto. La madera de estos árboles es más resinosa y arde mucho más rápido que la madera dura. Si bien las maderas blandas suelen considerarse menos adecuadas que las maderas duras para la calefacción doméstica, suelen ser más fáciles de encender y pueden ser una buena forma de iniciar un fuego.
¿Cómo puedo conseguir buena leña?
Si tiene la suerte de tener muchos árboles de sobra en su propiedad, reunir una o dos cuerdas de leña para el invierno puede no ser un gran desafío, siempre que sea hábil con una motosierra y no le importe sudar un poco. Sin embargo, para muchas personas, comprar leña es la única opción.
A la hora de comprar leña, es importante tratar con un proveedor de confianza que pueda proporcionar información sobre la madera, en particular sobre su contenido de humedad. La madera que se ha secado por completo se denomina leña “sazonada”.
Cuanto más seca esté la leña, más fácil y eficiente será quemarla. Contrariamente a la idea errónea, la acumulación de creosota, un factor que contribuye a dañar la chimenea, provocaprincipalmente de incendios de baja temperaturaen lugar del tipo de madera quemada, es importante quemar solo leña curada siempre que sea posible.
La madera secada al horno suele considerarse una gran opción, ya que se seca en un entorno controlado para garantizar que la humedad se elimine de manera uniforme. Si compra leña a un tercero, pregunte cómo se secó y durante cuánto tiempo. Si compra madera sin secar (o la corta usted mismo), asegúrese de secarla durante al menos seis meses a un año antes de usarla.
Cómo almacenar leña de la manera correcta
Una vez que hayas recogido la leña, debes almacenarla adecuadamente. Si es madera sin curar, debes dejarla secar y, si es madera curada, debes asegurarte de que se mantenga seca.
Hay tres factores importantes a tener en cuenta al almacenar leña:
- Mantenla seca. Como ya se ha dicho, la leña seca arde de forma mucho más eficiente, así que mantén la leña alejada de la lluvia y la nieve cubriéndola con una lona impermeable.
- Asegúrese de que esté bien ventilada. Tenga cuidado al impermeabilizar la leña para que permanezca adecuadamente ventilada. Cubra solo la parte superior de la madera para que el aire pueda pasar por los espacios entre los troncos y eliminar la humedad.
- Mantenlo alejado del suelo. La madera que se deja en el suelo absorberá humedad y comenzará a pudrirse. También se convierte en un refugio acogedor para las criaturas que buscan un lugar seguro para construir nidos.
Si le toma en serio la leña, puede considerar un cobertizo o una ramada donde pueda almacenar cómodamente su leña en un estante, una paleta o una losa sólida para mantenerla seca y libre de animales.
Seguridad de chimeneas y estufas de leña
Ahora que ya tienes tu reserva de leña bien almacenada y curada, es hora de ponerla a funcionar. Pero, antes de encender la primera cerilla, asegúrate de haber comprendido y observado los siguientes consejos de seguridad:
- Inspeccione periódicamente. Una chimenea limpia y sin obstrucciones es fundamental para calentar su hogar con leña de manera segura. Haga que un profesional inspeccione y limpie su chimenea y estufa de leña todos los años .
- Quema de forma limpia. La madera tratada con productos químicos de cualquier tipo puede liberar gases nocivos al quemarse. Nunca quemes madera tratada o pintada.
- No sobrecargue la estufa. El calor excesivo puede dañar las estufas, los fogones y las chimeneas. Asegúrese de no sobrecargar la chimenea o la estufa de leña.
- Utilice barreras. Si está quemando en un hogar abierto, utilice una mampara o una puerta de vidrio para evitar que salten chispas de la chimenea. Si está utilizando una estufa de leña, mantenga la puerta cerrada mientras esté encendida.
- Apague completamente el fuego. Antes de salir de casa o de acostarse, apague completamente el fuego. Recuerde: si sigue echando humo, sigue ardiendo.
El manejo seguro de la leña no solo ayuda a prevenir accidentes desagradables y protege su hogar contra daños, sino que también garantiza la eficiencia de la combustión e incluso la calidad del aire del hogar.
Comodidad y seguridad
Mientras espera disfrutar de los meses más fríos junto al calor suave de un acogedor fuego, tenga siempre presente que el fuego es inherentemente peligroso. Sin embargo, con un poco de preparación, puede apoyar los pies junto a la chimenea sabiendo que ha tomado las medidas necesarias para garantizar su tranquilidad.
Con el seguro de costo de reemplazo garantizado (GRC) Insurance, puede dar otro paso importante hacia la tranquilidad, que puede ayudarlo a que su hogar vuelva a su estado anterior en caso de un accidente. Hable con un agente local hoy sobre nuestras opciones de pólizas para propietarios de viviendas y le mostraremos cómo asegurarse de estar cubierto todo el año.
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